Su identidad va del espacio en donde vive al que se mueve. Los suyos vienen de la zona francesa de Shangai, emigraron a Australia, al barrio chino en cualquier ciudad de esa tierra desértica. Sus ancestros hicieron el ferrocarril en California: deformaciones en las manos lo atestiguan, junto con pepitas de oro que guardan y entregan a los hijos al nacer. Ya grande, emigra a Caracas él, y trabaja en un restaurant chino en donde me sirve mis tallarines y una cerveza fría mientras sueña con irse a vivir con unos primos en Belleville, a estudiar cocina francesa.
Francia, viaje, desierto. Podría ser Rimbaud. Nunca lo sabremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario