Abro de pronto el blog y uno se entusiasma.
Dura hasta que se cenizan las palabras y dejan de ser aliento.
Y todo queda como lo callado del monte cuando hay peligro.
Hay un canto de cigarra y luego el cesar y el templarse en la espera.
Como una muchacha en su silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario