miércoles, 22 de julio de 2009

El legado de Sontag en la red

Susan Sontag murió en 2004. Mucho nos legó, pero creo que junto a sus estudios sobre la enfermedad, sus ensayos sobre política y moral y su fascinación por la belleza, su inteligencia incisiva (para mi, quizás el elemento más sensual que uno puede conseguir más allá del cuerpo), supo centrarse bien en la reflexión profunda alrededor de la fotografía y sus significación en la modernidad.
Las ideas de Sontag sobre la fotografía cobran vigencia cada vez más. Creo, se hacen extensivas a otros ámbitos del mirar en este comienzo del siglo XXI. Internet, con la extensión de su red a ámbitos tecnológicos como el celular y con planteamientos de interrelación humana como lo es el Facebook, por solo mencionar algunos, es partícipe del mirar planteado por Sontag. El testimonio, el blog, el diario, lo epistolar, la creación, la posibilidad de tomar fotos con
el celular y cargarlas en alguna página de internet, el voyearismo presente y/o latente en ellos, lo atestiguan. Ver el proceso creativo, la característica de EN-OBRA (el término es de Gina Saraceni) que contienen muchos perfiles que podemos encontrar en Internet nos está permitiendo seguir la línea de pensamiento y sensibilidad de alguien en un blog literario (como el que comenzó recientemente Alejandro Oliveros, y en donde reflexiona sobre este hecho; solo el hecho de que te miren, de que al publicar algo, sea una fotografía o un escrito el otro lo pueda verlo al instante y, más aún, opinar sobre ello) o en la elaboración de un cuadro ,el boceto, el delineado, la aplicación de los colores, cosa que antes no sucedía. ¿Qué sucede entonces con esto?, ¿cambia el proceso creativo?, ¿modifica el comportamiento de otros? No lo sé. Pero creo que es importante, que es un elemento significativo que trasciende el simple hecho de comentar qué haces, cual es tu estado de ánimo, en que onda andas o cuales son tus intereses. Frases, escritos, fotos, videos, encuestas, grupos afines atestiguan mucho de lo que digo.

Holy Smoke (humo y escritura)

La evocación es un territorio desconocido incluso para uno mismo

Wilfredo Machado




He sido un perro de Pavlov de la escritura.Comencé a fumar en mi adolescencia en casa de mi padre. Papá dejó de fumar a los 38 años y se convirtió en un antitabáquico empedernido. Por tanto, había que fumar a escondidas y la única manera de poderlo hacer era esperar hasta tarde en la noche. Pasaba el día entero esperando, y la único manera de aguantar la ansiedad era leyendo. Comencé a leer furiosamente gracias al humo. Gracias a él, también a escribir. En las noches me quedaba escribiendo. Al principio, quería imitar a quienes leía: Carpentier, Pessoa, Borges, Cortázar, Onetti, Bryce Echenique, Paz, Neruda, Vallejo. Incluso intentaba poemas a partir de las letras de algunas canciones, haciendo hincapié en Serrat y Bob Marley. Llegaba la noche, comíamos, veíamos alguna película y, al acostarse todos me quedaba en la sala escribiendo, con la concentración que otorga la espera, la ansiedad: sólo escribiendo lograba serenarme, solo al escribir encuentro el silencio y la concentración de los yoguistas y de aquellos que practican capoeira. Trazar líneas, experimentar, planificar el texto, dejarlo hacerse sólo,reescribir. Un día me quedé sin nada que leer en un viaje a la playa y tenía a mano solo el poder reescribir el texto que había visualizado y borroneado la noche anterior. Quince noches en Morrocoy, quince noches reescribiendo el texto. Así escribí mi primer cuento corto o poema en prosa. Todo por la espera del cigarrillo.
El humo y la escritura están unidos en mi, o lo han estado. Es la unión de la muerte y la palabra, de la escritura de tu propia muerte, de la extensión del espacio de aire libre que te va quedando en la vida. Como el humo, asfixiante, denso, dañino, sagrado, del incienso al arder, que yo trato de hacer por mi lado. Ese humo ha sido un espacio de sacralidad en los trazos de mis dedos en el papel o en la pantalla.
Desaparecerá, habrá que dejarlo, pero la búsqueda de ese humo espero cese solo cuando me quede ser eso mismo: ceniza, humo, densidad que se disuelve en el aire y se hace uno con el resto.

martes, 21 de julio de 2009

San Cristóbal, año 2025

Claro que hubo otra guerra en el mundo, por supuesto que los muertos se multiplicaban mientras crecían y crecían las aguas e iban lentamente, al ritmo del universo, haciendo mayores las costas del mundo. Ahora hace más calor, y ya no hay nieve en las montañas, mucho menos las cercanas a acá. Pero la montaña nos ha salvado de esas crecientes aguas. La ciudad tiene ahora un millón y medio de habitantes, los cerros fueron poblados por urbanizaciones y barriadas, las avenidas ampliadas. Hacia el centro, hacia la Catedral, no hay paso de vehículos; decidieron convertir el viaducto en un museo de los suicidas; las grandes avenidas ahora más grandes todavía, varios edificios fueron derribados. El nuevo estadio de Pueblo Nuevo alberga 90 mil almas en un lleno (el Deportivo Táchira tiene en su haber ya varias Copas nacionales e internacionales, empezando por la Libertadores, que en la década del 2010 al 2020 se dedicó a ganar continuamente, aunque ya hay una baja desde hace cinco años), el de béisbol profesional 50 mil (fundado el equipo en el año 2012, ganando la Liga Profesional ese mismo año en contra de los Leones del Caracas, a quienes les propinó una sonora paliza). Alguien tuvo piedad de la ciudad y se creó hace unos siete años un enorme Centro Cultural,con una arquitectura semejante a la Galleria en Milano, así como una gran Sala de Conciertos, sede de la Filarmónica de la ciudad. Hay dos grandes Galerías de Arte, puente entre lo que se hace en Caracas y lo que se hace en Bogotá. Tanto la ULA como la Católica abrieron las carreras de Historia, Filosofía y Literatura (la ULA tiene los pregrados y dos postgrados en Literatura Venezolana y Latinoamericana; la Católica tiene las maestrías en Historia de las Américas y en Filología, además de Historia del Arte). A pesar de esto, en la ciudad prima siempre el negocio y San Cristóbal es hoy un gran centro médico de fama internacional, especialmente en el ámbito latinoamericano. La gente ha continuado prosperando: los negocios con Colombia aumentan significativamente luego de que la guerrilla entregó las armas hace diez años, los cultivos de coca arrasados y la marihuana legalizada. La carreteras viejas fueron hechas de nuevo y ahora el tramo de Barinas a la ciudad es de apenas dos horas, así como la autopista hacia La Fría, Valera, Mérida y muchas ciudades y poblados. Del ya viejo Centro de Compras Baratta (inaugurado hace ya dieciseis años) hay dos en la ciudad, otro en Mérida, Valencia, Bucaramanga, Barquisimeto, Maracaibo, Puerto la Cruz y Margarita. De Houlihan´s, el gran local fundado en hace ya más de quince años,a pesar de los avatares que se presentaron en el camino al principio, hay aproximadamente la misma cantidad en el país, con sucursales en Cúcuta y Aruba. El Complejo Ferial fue ampliado y se convirtió oficialmente en el Bar más grande del mundo.Los clubes crecieron y se crearon otros, comenzando por un campo de Golf extraordinario. San Cristóbal abrió los ojos y es en estos momentos la ciudad con más vehículos con gas natural del país, y de energía solar en Suramérica. Los centros educativos de la localidad, junto con los de Mérida, superan con creces a los de la frontera con Colombia en cantidad y calidad desde hace algunos años. La ciudad es además el principal centro agropecuario del norte de Suramérica.
Yo llegué apenas hace unas semanas del extranjero siguiente huellas hasta aquí de nuevo. Hay que respetar las herencias, los legados del pasado.Debe ser maravilloso vivir aquí.